La tiña de la cabeza, más conocida en el ámbito médico como Tinea Capitis, es una infección de índole micótico o enfermedades fúngicas, se da predominantemente en niños, pero también hay bastantes casos en adultos.
La tiña de la cabeza y sus principales características
Es una dermatofitosis que se da especialmente en niños con edades comprendidas entre los 5 y los 10 años, en la pubertad y en las etapas de la vida posteriores a esta su aparición es reducida debido a que los ácidos grasos secretados naturalmente por nuestro pelo adquieren propiedades anti-fúngicas, es decir, anti hongos.
Se suele dar en las zonas con mayor producción de sebo, como la barba o el cuero cabelludo, aunque también se puede dar en las ingles debido al sudor y la humedad.
Al ser un hongo, la transmisión es algo probable, se puede pasar de persona a persona o de animal a persona, por lo que su incidencia aumenta en la presencia de animales de campo.
Se caracteriza por tener dos tipos, uno de índole inflamatorio en el cual las lesiones escamosas son de mayor gravedad, se forman los llamados querion de celso, que dan lugar a costras, se acompaña de picor, dolor, fiebre, hipersensibilidad y una gran pérdida de pelo.
La otra es la de índole no inflamatoria, más común, se caracteriza simplemente por tener lesiones escamosas leves, alopecia leve, puntos negros, pelos rotos (no arrancados de raíz) y poco más, no duele y es bastante llevadera.
Diagnóstico y tratamiento de la Tinea Capitis
Para un buen juicio diagnóstico, el profesional de la salud debe utilizar la lámpara de Wood para realizar el examen, para así poder diagnosticar la patología con precisión y averiguar la gravedad de esta, además se suele realizar un cultivo para asegurarse de que nos encontramos ante la Tinea Capitis.
En cuanto a su tratamiento, se suele utilizar fármacos como el itraconazol o la terbinafina que son antifúngicos de rápida actuación, durante un periodo máximo de 8 semanas, siendo la media de unas 4.
Para aliviar el picor y la aparición de costras, se recomienda el uso de champús con ketoconazol o sulfuro de selenio, para así aliviar la zona y evitar su propagación, hay que tener en cuenta que esto no es capaz de eliminar el hongo, simplemente refrenar su crecimiento.
Normalmente es bastante difícil de erradicar por completo, y no es raro que reaparezca después de la pubertad en diferentes periodos de tiempo una vez se ha sufrido con anterioridad, por lo que es recomendable realizarse diversos chequeos para evaluar el estado del cuero cabelludo y ver si se ha vuelto a extender, para actuar con rapidez antes de que el problema empeore.
Otros consejos
Durante la duración del hongo, no se recomienda compartir peines, gorros o cualquier otra prenda u objeto que esté en contacto de la cabeza, ya que la probabilidad de propagación es bastante alta.
En el caso de tener animales domésticos en casa que hayan sufrido de la tiña, se recomienda tenerlos con un collar anti-fúngico de manera permanente.